1 Frente al espejo observa detenidamente cada seno, mira que la piel no esté muy rugosa, que no presente zonas enrojecidas y que el contorno inferior sea más o menos simétrico.
2 Pon tu mano izquierda en la nuca y utiliza tu mano derecha para palparte el seno izquierdo haciendo pequeños círculos desde el borde exterior, hasta el pezón. Mira que no presente ningún bulto extraño. Luego haz lo mismo con el otro seno.
3 Aprieta los pezones con los dedos índice y pulgar para comprobar si sale alguna secreción.
4 Acostada boca arriba, ponte una almohada bajo el hombro izquierdo y utiliza la mano derecha para palparte el seno izquierdo. Repite el paso 2.
No dudes en consultar a tu médico si presentas alguno de estos síntomas.
Dedicarte unos minutos, hará la diferencia.
Comentarios
Deje su comentario